Resumen
La creciente masificación turística de la Alhambra nos ha obligado a tomar una serie de medidas tanto para la preservación material del monumento y su imagen como para garantizar la calidad de la visita cultural.
Las medidas adoptadas son: ordenación y cambio del acceso y áreas de aparcamientos, y limitación de equipamientos hosteleros, fijación de un aforo tanto para la totalidad del conjunto como para los palacios nazaríes y el establecimiento de la venta anticipada para una mejor regulación de flujos.
Concluimos haciendo una reflexión sobre la contradicción entre democratización del consumo estético y la dificultad de la igualdad de acceso al patrimonio cultural. La solución pasa por un cambio en el modo de uso del patrimonio, donde más que el consumo cuantitativo de experiencias debería primar la calidad de estas.

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Derechos de autor 2002 Mateo Revilla Uceda