Resumen
De todas las modificaciones habidas en la Alhambra en el siglo XVI, quizá una de las más afortunadas fue la realizada en la torre del Peinador. La conversión de la parte alta en «estufa» o gabinete íntimo para la pareja imperial, aunque nunca llegaran a disfrutarlo, nos permite confrontar la muy diferente sensibilidad de las dos culturas a la hora de crear un lugar para la reflexión interior, y la contemplación exterior; también podemos comprobar la falta de respeto de algunos de los que por aquí pasaron con posterioridad. En el presente estudio se analizan las intervenciones arquitectónicas habidas a lo largo de los siglos XVI al XIX, la dudosa idoneidad del nombre tradicional y las funciones que se vienen atribuyendo a este rincón tan pequeño como de admirable delicadeza.
Esta obra está bajo una licencia internacional Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0.
Derechos de autor 2007 José Manuel Gómez-Moreno Calera